La luz se asoma gigante, es de noche
en las rocas del cerro y una aurora
dibuja un animal dentro de mí.
Algo sutil alborota el contorno del monte.
Los destellos de la luna naranja,
el animal detrás del contorno de tus manos
alumbra el aire y habla en todas las formas.
La greda ha tomado nuestras manos
nos ha hecho abrazar la tierra.
Tantas veces hemos visto grietas,
formas en las piedras.
Otras veces pasamos de largo y no vemos las nubes
ni sus sombras en el sendero o en la frente.
Todo está cerca y lejos, la abeja vuela sedienta en los riscos
que podría llegar a pensar todo esto y no decir nada,
ocultar sus visiones y como ella
el mundo seguiría siendo el mismo de ayer.
Las cosas que no cambian,
la luz, la noche y las rocas del cerro
son el planeta que es un animal desierto
que navega en un mar de estrellas
en un contorno ondulante, un contorno que es todo esto,
que alumbra estas formas y las ensombrece.
La fusa
.