Yo aprovecho mi recuperación de aliento para hablarles de cosas importantes, cosas muy importantes para mí, les voy a hablar de mis músicos, de mis compañeros, de mis amigos. Si ustedes, si ustedes se fijan un poco, con su habitual perspicacia descubrirán inmediatamente que se trata de seres humanos, todos son personas, gentes con sensibilidad, UNA HERMOSA SENSIBILIDAD, que les nace de lo más profundo del corazón, y que les brota por las yemas de los dedos, son gente que piensa, PELIGROSOS, son gentes con nombres y con apellidos.
LAS MALAS COMPAÑIAS
Mis amigos son unos atorrantes
se exhiben sin pudor, beben a morro,
se pasan las consignas por el forro
y se mofan de cuestiones importantes
Mis amigos son unos sinvergüenzas
que palpan a las damas el trasero,
que hacen en los lavabos agujeros
y los echan a patadas de las fiestas
Mis amigos son unos ordinarios
que orinan a mitad de la vereda,
contestan sin que nadie les pregunte
y juegan a los chinos sin monedas
Mi santa madre
me lo decía:
cuídate mucho Juanito,
de las malas compañías
Por eso es que a mis amigos
los mido con vara rasa
y los tengo muy escogidos,
son lo mejor de cada casa
Mis amigos son unos malhechores
convictos de atrapar sueños al vuelo,
que aplauden cuando el sol se trepa al cielo
y me abren el corazón como las flores
Mis amigos son sueños imprevistos
que buscan sus piedras filosofales,
rodando los sórdidos arrabales
donde bajan los dioses sin ser vistos
Mis amigos son gente cumplidora
que acuden cuando saben que yo espero,
si la muerte los roza disimulan,
que para ellos la amistad es lo primero.
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