A bordo de mi locura,
nave de las sorpresas,
asomo de las esquinas,
tocando el timbre y arrancando,
de cosa en casa,
de puerta en puerto,
sin pedir ni dar cuartel,
voy con un solo pié sobre la acera.
¡Otra vez se me dio vuelta la pintura!
yo se que los neuróticos
le echan la culpa al resto
de lo que acontece en su azotea.
Pero mi barco que se menea,
hace agua cuando lo desea,
y no le teme al viento,
sabiendo que una noche de tormenta
cualquiera sucumbe insatisfecho,
dándolo todo por hecho,
sin haber hecho ni hueva.
Más parece últimamente
los demás andan dementes
enfermos de oprimidos,
como un limón exprimido
sin jugo y amargados,
al borde de la locura
y yo de la risa cargada
a bordo de mi,
a bordo de mi,
a bordo de mi,
locura…
=*;*=
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