Lloro
Y si lloro, lloro por todos nosotros.
Lloro porque no puedo reír contigo.
Porque quiero ir a donde vas. Seguirte y seguir tus movimientos, decir que te quiero, pero ya lo sabes.
Tal vez por eso te fuiste. Y no.
Quiero estar cuando llegas o cuando te vas.
Y me pierdo en otros motivos para poder llorar hasta llover.
Porque sé que siempre has estado en el fondo todo y hasta allí podrás ver mis enaguas y los lodos de mi tristeza.
Y te seguiré buscando en los diarios, en la tele, y en la calle.
Y lloraré porque estás o porque no has ido.
Y si vas con otras también lloraré porque sé que así te has estado ocultando por años. Y sabes todo de mi, como me siento y trago amargura en tu olvido, sabes cómo aborrezco y apasiono en soledad.
Y creo que ya te puedo ver desde lejos, te puedo oler y no me gusta tu perfume, y me duele tu presencia si apareces, también duele si estás. Y de cualquier forma te entregas para ir al punto en que el drama me pudre, la risa ridícula me llena de ira y al revés.
Te descubro detrás de esas máscaras odiosas o menos amistosas, sé que estás y te odio por eso y necesito volver a verte con desesperación.
Probablemente vuelvas mañana, pero sé que vas a seguir evitando el encuentro y sabes que yo también aunque quiero correr a abrazar tus huesos.
Espero tus sorpresas y te temo.
Pienso que sé va a romper algo.
O imagino que piensas que todo se volverá a arruinar, como antes. Como si vivieras en un dejavu eterno. Siento tu perfume pero mi imaginación lo decora. Lo hace menos intenso y más dulce. Ojalá estuviera equivocado mi amor, pero no.
Y si no me equivoco, es probable que hayamos repetido esto antes y siempre es igual y lo sabes.
Me he querido morir estos días, porque se que las salas se van a vaciar, los patios se silenciaran y poco a poco nos vamos a desvanecer, hasta olvidarte.
Yo desde el cielo seguiré buscando, escribiendo, y viviendo en los demás. Podré seguir tus gestos por un tiempo, tu presencia o las risas de tu risa, que no me gusta, pero es tu risa, y apareces, el dolor se vaciara y me quemare de nuevo, sin saber que hacer hasta acortumbrar mi corazón a tu ausencia.
Solo me pregunto, si ya sabes cómo es, por qué siempre vuelves, por qué necesitas sentir este dolor que nos ahoga.
Por qué no cambias la historia y nos abrazamos hasta olvidar lo que no fue, lo que no es o volvemos a ese día, a esa tarde en que te pude volver a ver, acariciar tus cabellos y ver tan de cerca tu rostro que casi pude haberte besado.
No se cuánto tiempo ha pasado desde ese día. Pero no es suficiente para borrarnos.
Creo que inventaré motivos para llorar el camino mientras te ibas alejando, hasta perder la capacidad de recordar tus nombres y tus risas, hasta que la micro, el metro o la calle me devuelvia algo de ti, de tu risa, la sombra y brillo de tus ojos, el pliegue de tus labios o la ternura tu voz..

No hay comentarios:
Publicar un comentario