martes, 10 de diciembre de 2013

El necesario temblor de la mano y otras cantinelas - La fusa



Agujeros negros.

Una mujer y un hombre se absorben dolorosamente indiferentes al cansancio se irán haciendo poco a poco polvito, dejando atrás solo un agujero negro en la pared.

La fusa
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ESTÚPIDA

Has de aprender en éste mismo instante que las repeticiones son útiles para la memoria y el registro de tus ideas, que surgen del impulso creativo de tu ser que es único e irrefrenable.

La fusa
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La vida a cuadritos

En la semana se hablan cerros y se piensan océanos, que no sé donde estar.
Un coro canta: con los pies en la tierra! Los pies en tierra, pon tierra!
Pero podría quedar en las profundidades sin oír absolutamente a nadie.
La cosa es que los domingos simplemente me quedo volando,
observando el tablero de esos dos mundos que juegan a que ganan un espacio importante dentro de mi.

La fusa

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Muack!

Esa señora cuando habla mueve su boca sabrosamente.
Mueve la lapa colorada que babea su sed fuera del agua pidiendo auxilio.
Auxilio de la lapa en la cara de esa pobre señora que no cae en cuentas.
Su llanto es mar brotando de los ojos buscando salida,
en la carne, la sangre todo unido para apaciguar a esa pobre lapita que vino a vivir a su cara y que da sus últimos retorcijones de vida fuera de su concha dental.

La fusa
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Música Ambient

En Morandé con Huerfanos, desde un tercer piso  la música ambient puede parecer siniestra, podría imaginar millones de babosas que están a punto de reventar las cañerías, o que desde las profundidades de la ciudad, emergen vibraciones terrestres que se van amplificando y sumando al ruido de la ciudad en ondas devastadoras que producen trizaduras, derrumbes y quebrazones, un gran terremoto acústico.

La fusa

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Trémolo

Como hablar, como no temblar.
El trazo de la mano imprime un énfasis pedregoso,
un mordente, un adorno cantor catacrético.
Temblando sobre la voz se dibuja un garabato de líneas locas y  finas que arman manchones gruesos.
Corteza de árbol, relámpago, terremoto, sacudida psíquica.

Y la prohibición del titubeo que oculta el deber, la decencia, el pudor, la modestia y la duda tartamuda.

La fusa