miércoles, 17 de marzo de 2010

A sí



Dañados, maltrechos sin poder decir.
Irreconocibles a nosotros mismos,
vi mi reflejo en ti.
Conocí mi propia cara,
caminamos los pasajes sin sentir
desvaneciéndonos, dejándonos
El uno al otro…
A sí…

La vida puede transformarnos
en una sombra andante,
en un pobre actor que presume y ostenta
antes de entrar al escenario,
y luego escucha nada más,
un cuento contado por un idiota,
lleno de ruido y furia sin sentido.

Dañados, maltrechos sin poder decir.
Irreconocibles a nosotros mismos,
vi mi reflejo en ti.
Conocí mi propia cara,
caminamos los pasajes sin sentir
desvaneciéndonos, dejándonos
El uno al otro…
A sí…