ENTREVISTAS

Esta sección es para publicar entrevistas realizadas a gente que tiene algo que decir de San Antonio.
Tengo 6 candidatos.




Roberto Bescos



Inadvertido
Podré estarme el tiempo que se me ocurra
en el descolorido escaño, junto a las
rosas,
podré descansar despierto
soñar con este sueño querido
hasta mañana por la tarde
hasta pasado por la noche
toda la vida
veranos, navidades, inviernos nuevos
dioses
hasta que un vientón como un agente
registre mis documentos vencidos.
El municipal me retira a golpes de agua,
o envuelto en hojas de árbol de abril
como a restos de insecto.
Mientras que no llegan esos críticos
momentos
podré tragarme la ciudad,
el frío,
la propiedad del sol,
las tiranteces del ambiente,
los saludos cada vez más distantes;
A nadie preocuparé con mi actitud insocial
podré accionar hasta el arma secreta
a vista y paciencia,
demostraré a mis duendes
que la profesión más fácil es la de pasar
inadvertido.






Marcelo Mellado




Ana Karenina
Por Marcelo Mellado
Artes y Letras de El Mercurio, Domingo 6 de Agosto de 2006


Leo unos episodios de Ana Karenina, el insomnio me impone los clásicos. Me entusiasmo con un baile aristocrático, pleno de miradas y encajes, valses y mazurcas; me encanto con la escena, y no por su contenido "psicológico", sino por la voluntad, narrativa, de intervenir éticamente la historia, la del relato y la otra. También me fasciné con un personaje, Levin, un aristócrata rural que además de sus labores productivas, escribe un tratado de economía agraria. Levin hace un paseo por el campo luego de volver de Moscú, victimado por un amor no correspondido, que mitiga su dolor con sus rasgos paradisiacos. El relato se interna en varios aspectos técnicos propios de las labores agropecuarias, que estarían en la base de su utopía.

El género novela es tributario del discurso amoroso o es la 'escenificción' de un quiebre afectivo en que un sujeto sufre por una distancia dolorosa con ese objeto de amor que no quiere estar para él. Yo tuve una experiencia rural escritural en que partí tolstoianamente y terminé en la más flaubertiana, a lo Bouvard y Pecuchet. Al parecer correspondió a un error de lectura, nuestra ruralidad no es la del exilio salvífico, sino un campo de citas y batallas entre civilización y barbarie, o entre dos barbaries, para ser más exactos: la agroindustria y las parcelas de agrado.

El narrador omnipotente tolstoiano, como corrector moral, nunca tan arrogante como el narrador nihilista contemporáneo, será el paradigma de una historia que pretendo escribir sobre la batalla de Placilla. Para ello, me recomendó mi editor, debo leer detalladamente los relatos de batallas de 
La Guerra y la Paz. Las almohadas del insomnio serán el campo de citas de una ficción trágica.




Chinoy




SIEMPRE ES HOY

Saco el pestillo yo quiero,
La buena luz no se alquila,
Viajo con una cosquilla,
Debajo de mi sombrero.
Mi soneto a todo enredo,
Recupero la cosquilla,
Se respira medicina,
Le meto mi puño al freno.

Coscorrón a los pateros,
A los tontos golosinas,
Se visten de la pamplina,
El nervioso es más sincero.
Somos estrella en el cielo,
Sueño público es mentira,
Pongamos todas las pilas,
Tengamos el cuerpo lleno.

Es hoy,
La hora que dejo salir,
La meta donde siempre voy,
Ahora que vuelvo a vivir,
Siempre es hoy.

Para nunca tener miedo,
lavarse bien la resina,
aviejar las zapatillas,
romper el culo del torero.
Risa en todos los torneos,
Nunca vivir de rodillas,
Corromper la pesadilla,
Con flor en todos los suelos.

Al viento parar el dedo,
Ideas como semillas,
A la vida dar la silla,
Ser la capital del sueño.
De la tarde ser mechero,
Del amanecer cortina,
Que se lame la saliva,
Que se revuelquen los serios.

Que dios vivo en dos juegos,
Que serpiente en las castillas,
Que vuelo el de las orillas,
Para caer en el medio.
Enjambre no mosquitero,
Que chiflado de perilla,
La ventana de la piña,
La cola de cualquier perro.

Es hoy,
La hora que dejo salir,
La meta donde siempre voy,
Ahora que vuelvo a vivir,
Siempre es hoy.

Que camino por los cerros,
Que no importan las espinas,
Que vela en la colorida,
La llave para los senos.
Que callen todos los cielos,
Sin páginas amarillas,
Que el amor como pandilla,
Que labura a puro cuero.

Que la luz haciendo dedo,
Para despertar la viña,
La fruta con espinilla,
Sea dulce o cogotero.
Que volando como pedo,
Que tirón de la patilla,
Carrera de carretilla,
Que la pena iguale a cero.

Es hoy,
La hora que dejo salir,
La meta donde siempre voy,
Ahora que vuelvo a vivir,
Siempre es hoy.





Florencia Smiths



Saliendo de San Antonio
Abandonar
la ciudad con perros
tan rápido como vaciar el alma
como abrir la garganta
y dejar salir los gritos
es un acto
reflejo-complejo.
Un acto desenfocado
para la madre viuda
y atreverse a dejarla sola
encima del mantel a cuadros
bebiendo la espera oxidada
al fondo de la taza.
Entonces uno planea la huída
tal como nada y como siempre
yéndose poco a poco
como si la gota no fuera el mar
y como si la sangre
de un solo cuerpo
no fuese toda la humanidad.
Más aún si en la calle
los escolares se pasean embobados
distraídos del margen
de la vereda
pisando la basura desperdigada
la cola de los perros
más aún si alguno de ellos se parece
a un antiguo hombre que uno quiso.
Dejar la ciudad de siete y media
completamente oscura
completamente cercada
por el pasado y su marca
-“porque todo tiempo pasado fue peor”-
y decirle a uno
que no importa
que algún día
las cosas –y las casas- van a cambiar
y ese dolor
de salir a buscar la vida
a otra parte,
pasará.








Yeko Aguilera



PARADOJA GEOMÉTRICA DEL AMBIENTE LITERARIO
todos esos círculos culiaos
están formados
por puros culiaos cuadrados




Jorge Venegas



Maestro de primaveras

Un niño caminando con rumbo hacia el futuro
 y un cuaderno dibujado de sonrisas
en sus lindos ojos brillándose estrellitas
y un cielo niño humilde y transparente
él se llama Juan Alberto.

Su madre lo espera en casa
al regreso de la escuela
él sueña con ser maestro
y ella con la primavera
él sueña con ser maestro
y ella con la primavera

llegará, llegará, llegará
el futuro del niño vendrá
primavera la madre tendrá
y maestro el niño será
llegará, llegara, llegará…

su madre lo espera en casa
al regreso de la escuela
él sueña con ser maestro
y ella con la primavera
él sueña con ser maestro
y ella con la primavera

llegará llegará llegará
el futuro del niño vendrá
primavera la madre tendrá
y maestro el niño será
llegará, llegara, llegará…