“La razón de la sin razón (…)
de tal manera mi razón enflaquece
que con razón me quejo don Qi
tienes toda la sin razón,
a todo potrero revuelto el paisaje.
Un profeta inspirado escucha mil voces de un dios:
-Le traigo cargamento de palabras inconscientes hoy día oiga,
el poeta viene llegando del soñar despierto,
ido viene hacia el más allá de la conciencia y la razón.
La inspiración llegará desde lo profundo así que iré en descenso mejor!
...dijo después el baboso jetón.
No sabía de las profundidades por descubrir, del ultramundo,
tan poseídos todos por un dios que disfruta de los dominios particulares.
Anoche soñé un torrente de voces electrónicas que pulsaban mis oídos,
que sueños tengo, pensé, mejor abro los ojos, es un delirio dormilón que parece real,
no como las bolitas de papel que se cruzan en el camino vistas por todos,
no como los silbidos que solo los dos escuchamos.
Que tienen que ver estas distorsiones con la suerte líquida,
que tiene que ver la respiración de un ser que fluye en el sueño,
con el canto de mil mujeres jadeantes,
ahora comprendo por qué nadie me habla.
La vida me sostiene aunque quiera morir viviré si esa es mi suerte.”
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