martes, 19 de junio de 2012

a veces no se que hacer con mi vida, pero sí sé que hacer con mis manos y mi corazón...



...divagando a orillas del mar, 
por las calles y en otros lugares de paso, 
noto con cuidado los grados de la luz,  
el colorido del cielo y el mar, 
la temperatura que le da al aire el árbol, el cerro o la nube. 

Voy interrogando siempre los viejos peñascazos 
que después recogí, y que ahora están pintados :) 
siempre serán impasibles testigos 
de la lejana aventura que emprendí... 

Luego voy consultando los papeles, 
las crónicas terroríficas de tele, 
los cantos desvaídos.

Los leo como textos aprovechables 
que pasaron de la mentira a la verdad de mi obra, 
pero ya tamizados, transformados, 
con el latido de mi vida.

Que va cobrando cuando alguien la recibe 
el aliento de una deuda pagada 
que entusiasma mis manos y mi corazón.



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