
El valor del latir de una fusa es relativo en el tiempo, solo una partícula de un embrión sonoro, algunas veces valgo mucho, más o menos y otras muy poco, un valor suspendido en la linea vital de una idea musical que un creador determina en el tiempo, velocidad y presencia que no será mas que una chispa fugaz, nacimiento que muere en las paredes del silencio. No me enojo... porque esa levedad relativa acompaña a todas las figuras de valor musical, valor que habita también en el silencio infinito de la espiral sonora, ¿quien no quiere jugar a ligar sonidos y silencios?, y aprender la bella continuidad del arco iris, de las estrellas, los parques y el amor... un hilito invisible me liga a miles de fusas y fusos más. Cuantas fusas habrán chisporroteado desde tus dedos y las cuerdas de tu voz.
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